Más de 500 personas trabajaron 24 horas al día por 6 días seguidos para terminar con el establecimiento que atendrá mil pacientes afectados por la enfermedad.
El brote del coronavirus fue explosivo. Hace unas semanas, el nombre de la enfermedad ni siquiera había sido acuñado y hoy ha generado una histeria colectiva a nivel mundial y ha acaparado titulares de todos los periódicos del mundo.
Este síndrome respiratorio agudo grave es una rara enfermedad con características similares a la neumonía. Pero a diferencia de la neumonía, esta condición no tiene cura todavía.
Lo más grave de esta enfermedad es que es altamente contagiosa. Las autoridades chinas creían tenerlo contenido en la ciudad de Wuhan, donde se registraron los primeros casos y ahora se vive una cuarentena. Pero el virus logró salir de la ciudad, infectar a miles de personas en China y llegar a países como Estados unidos, Francia y Australia.
Esta pandemia tiene a millones de personas en todo el mundo con los pelos de punta y no es para menos: es una nueva enfermedad contagiosa que a probado ser mortal.
En las cifras más actualizadas, hasta este 31 de enero, el coronavirus ya ha causado 213 muertos y ha logrado infectar a 9.692 personas en China y el mundo.
Pero los chinos no se quedaron con los brazos cruzados mientras una nueva enfermedad mata a sus habitantes y amenaza al mundo entero. El gobierno asiático anunció la semana pasada la construcción de varios hospitales para atender exclusivamente a los afectados por el coronavirus.
Con miles de personas que trabajarían día y noche, esperaban alzar e inaugurar los centros hospitalarios en menos de 10 días, lo que para el resto del mundo parecía simplemente imposible. Para ellos, sin embargo, era sólo un desafío más que tenían que superar.
Y lo lograron. Esto porque después de solo 6 días después de iniciada la construcción, el gobierno chino anunció la inauguración del hospital de Huanggang, el que atenderá a más de 1.000 personas infectadas con el virus y cuenta con electricidad, internet, agua y todos los equipos médicos necesarios.
Para lograr terminar la construcción, cerca de 500 personas trabajaron turnos de 24 horas durante 6 días enteros. El establecimiento está ubicado a unos cuantos kilómetros de Wuhan, la zona cero del brote viral, y será utilizado exclusivamente para tratar esta mortal enfermedad y evitar su contagio a personas con otras enfermedades y menos defensas.
El edificio, ubicado en el distrito de Huangzhou, originalmente había sido concebido como una nueva sucursal del Hospital Central de Huanggang, y se había programado que abriera sus puertas en mayo.
Sin embargo, con la propagación del coronavirus causando preocupación en todo el país, la construcción avanzó a pasos agigantados.
Huanggang, situada aproximadamente a 46 millas del Wuhan, es una de las ciudades más afectadas por el brote de coronavirus.
Las autoridades locales anunciaron que la construcción se llevaría a cabo el viernes 24 de enero, y el trabajo comenzaría al día siguiente, según informó Metro.
El 28 de enero, el hospital estaba listo para recibir pacientes, con agua, electricidad e internet, según el sitio web del gobierno de Huanggang.
Pero esto no es todo, según los informes, se está construyendo un “proyecto de construcción aún más ambicioso” en Wuhan, y las autoridades han dado un plazo el lunes 3 de febrero para otro hospital urbano a gran escala.
Mientras China lucha contra el esparcimiento de la enfermedad y la creciente cifra de muertos, sus países vecinos cierran sus fronteras y los principales aeropuertos del mundo están alertas ante cualquier señal de que el virus haya llegado a sus puertas.
La construcción del hospital ayudará a la contención y tratamiento de los afectados, pero la cura de esta enfermedad aún no es descubierta. Hasta que no sea encontrada, manufacturada y repartida a la población, ninguna cantidad de hospitales será capaz de atender a los potenciales infectados.